Las universidades medievales eran comunidades de maestros y estudiantes (universitas) que, aunque tenían como principal función la enseñanza, también se dedicaban a la investigación y producción del saber, generando vigorosos debates y polémicas.
Establecieron un modelo de enseñanza superior que se prolongó en el tiempo, determinando la estructura y funcionamiento de las universidades de la época moderna y contemporánea, cuando se extendió por todo el mundo.
Comenzaron a fundarse en distintas ciudades de Europa Occidental alrededor de 1150, en el contexto del Renacimiento del siglo XII.
Las primeras universidades de la Europa cristiana fueron fundadas en Italia, en Inglaterra, en España y en Francia para el estudio del derecho, la medicina y la teología.
Carlomagno, coronado emperador en el año 800, había conseguido reunir una buena parte de Europa Occidental bajo su dominio: el Imperio carolingio. Para unificarlo y fortalecerlo, decidió ejecutar una reforma en la educación. El monje inglés Alcuino de York elaboró para ello un proyecto de desarrollo escolar que buscaba revivir el saber clásico estableciendo los programas de estudio a partir de las siete artes liberales: el trivium, o enseñanza literaria (gramática, retórica y dialéctica) y el quadrivium, o enseñanza científica (aritmética, geometría, astronomía y música). Después, el alumno entraría en contacto con estudios más específicos, entre los que seguían denominándose artes los que podrían denominarse genéricamente filosofía y que incluían todo tipo de ciencias.
Entre 1200 y 1400 fueron fundadas, en Europa, 52 universidades, y 29 de ellas fueron erigidas por papas. Algunas de estas escuelas recibían de la Iglesia Católica o de Reyes y Emperadores el título de universidad, que indicaba que aquella era una escuela de renombre internacional; éstos eran considerados los locales de enseñanza más prestigiosos del continente. Los profesores de una universidad eran animados a dar cursos en otros institutos por toda Europa, así como a compartir documentos. Ello inició la cultura de intercambio presente aún hoy en las universidades europeas.
EXTENSIÓN DE LAS UNIVERSIDADES POR EUROPA
El primer Estudio fue posiblemente el de Bolonia (especializado en Derecho, 1088), a la que siguió Oxford (antes de 1096), del que se escindió su rival Cambridge (1209), Palencia de 1208, Salamanca (1218, el primero con estudios de Medicina), Padua (1222), Nápoles (1224), París, de mediados del siglo XIII (uno de cuyos colegios fue la Sorbona, 1275).
VIDA UNIVERSITARIA
ENSEÑANZAS Y GRADOS
Los estudiantes llegaban a las universidades habitualmente con catorce años o poco más, tras haber iniciado los estudios más rudimentarios con maestros que les enseñaban a leer y escribir y un nivel suficiente de lengua latina.
Los primeros años de su vida universitaria se dedicaban a los estudios de Artes, que comprendían el Trivium y el Quadrivium. Cuando se consideraban preparados para superar los exámenes correspondientes (consistentes en la lectio -lectura y repetición memorística comentada- de un texto y su disputatio respondiendo a preguntas que procuraban averiguar si el aspirante lo había comprendido), alcanzaban el título de bachiller, lo que solía ocurrir en un plazo de unos seis años. Era muy habitual abandonar los estudios sin obtener ningún título, y sólo una minoría continuaba con el estudio de las Artes a un nivel superior o con carreras más especializadas: Medicina, Derecho o Teología.
Obtener en cualquiera de ellas el título de magister (maestro) permitía dedicarse a la enseñanza universitaria en cualquier universidad.
El título de doctor exigía estudios aún más prolongados, y era habitual que los que se presentaban a tal examen llevaran varias décadas de vida universitaria (el de Artes, más breve, se solía obtener en cuatro o seis años, el de Medicina en diez, el de Derecho en doce o trece, y el de Teología en unos quince). El examen de doctorado, con la misma estructura que los de otros grados, consistía la defensa ante un tribunal de doctores de una tesis cuya originalidad no era el valor más prioritario. Las costosas fiestas y regalos a los que el doctorando estaba obligado actuaban como una barrera para dificultar el acceso al grado superior de la vida universitaria.
LECCIONES Y LIBROS
Las lecciones universitarias consistían en la lectura más o menos lenta o rápida, literal o glosada con comentarios, de un texto (habitualmente de un clásico más o menos adaptado para su comprensión didáctica) por el profesor (cuya cátedra o silla se convirtió en un sitial elevado sobre un estrado cada vez más prominente, hasta cubrirse de palio y otros adornos a finales de la Edad Media) mientras los alumnos que lo consideraban oportuno tomaban apuntes (llamados relaciones). Era corriente la venta de copias manuscritas baratas en letra minúscula (en pliegos de cuatro folios de piel de carnero, llamados pecias); siendo muy poco corriente antes de la extensión de la imprenta el uso de verdaderos libros, escasos y carísimos ejemplares escritos con buena letra y custodiados en las bibliotecas (donde eran vigilados por los bibliotecarios o estacionarios) o conservados como verdaderos tesoros por un particular.
Los estudiantes se organizaban, según los estudios que seguían, en facultades. Según el lugar donde recibían las enseñanzas, en colegios mayores y colegios menores adscritos a diferentes y rivales órdenes religiosas, habitualmente abiertos por el mecenazgo de algún donante. La vida universitaria no era barata: debían pagar por su estancia y enseñanza cantidades sólo al alcance de familias ricas, aunque existían estudiantes becados, a los que algún potentado o institución poderosa pagaba los estudios, y muchos otros que seguían los estudios con toda clase de privaciones y alternándolos con todo tipo de oficios o formas más o menos irregulares de obtener dinero, comida, vestido, alojamiento y, en su caso, bebida, diversión y toda clase de vicios (tunos, goliardos). Los estudiantes también se organizaban en naciones, según su lugar de procedencia. El rector, que podía ser canónigo, doctor o incluso uno de los estudiantes, era elegido en algunas universidades por los procuradores o proctores de cada nación (cuatro en el caso de la Universidad de París), en otras por el claustro de profesores, y en otras por el ayuntamiento (en las de fundación municipal). Enseguida sustituyó al canciller o cancelario designado por el Papa como máximo cargo directivo sobre el conjunto de la Universidad y el claustro. Un decano presidía cada facultad.
Eran habituales los conflictos entre grupos de estudiantes identificados por alguna de esas diferencias. Un fuero o privilegio especial sometía a los estudiantes y profesores a la jurisdicción propia y privativa de la universidad, lo que les protegía en caso de conflicto con las autoridades locales.
Al finalizar el siglo XVII, las universidades europeas se muestran en una más que mediana decadencia, desligadas incluso de la vida intelectual y religiosa, inmersas en la rutina docente, que agravan las golfadas estudiantiles, de lo que antes fueran conquistas del humanismo. Apenas pueden exceptuarse las de Halle, Leydem, Oxford, Padua y Upsala.
La sociedad europea va a percibir los frutos beneficios que el trabajo de sus hombres universitarios hará posible; mientras, la hispanidad continuará decadentes.
La Universidad de Oxford nos es descrita por un ilustre viajero español, Antonio Ponz en 1785. Mejor dicho describe sus colegios, casi uno por uno, alabando por lo general su arquitectura, sus bibliotecas, sus benefactores, gabinetes, colecciones, jardines botánicos, etc. En Oxford está (va dando cuenta de todo ello) la biblioteca Bodleyan, la librería Radcliffe, la imprenta de Clarendon, el museo Asmoleano, el patrimonio artístico del Colegio de Cristo, más de trescientos cuadros, entre los cuales obras de Rafael, Da Vinci, Del Sarto, Buonarrotti, Caracci, Caravaggio, Españoleto, Rubens, Tintoretto, Veronés... Y en todos esos colegios la presencia constante de los mecenas de cada uno de ellos.
UNIVERSIDAD DE BOLONIA (Italia)
Universidad de Bolonia, institución pública italiana de enseñanza superior, la más antigua universidad del mundo que perdura en nuestros días. En la actualidad es una institución nacional cuya autonomía administrativa goza de reconocimiento oficial. Con sede en Bolonia, la Universidad está de hecho financiada por el gobierno nacional. Ya en el siglo XI existía en Bolonia una Facultad de Derecho, y los primeros estatutos de la Universidad se remontan a 1317, con la Facultad de Leyes como primer y principal departamento.
La Universidad adquirió una gran importancia a finales de la edad media. Más tarde, se benefició de tener entre sus estudiantes a los poetas italianos Dante Alighieri, Petrarca y Torquato Tasso. El estudio de la anatomía se vio enriquecido por las enseñanzas de muchos profesores ilustres, entre los que destacaron los especialistas italianos Mondino de’ Luzzi, Jacobo Berengario da Carpi y Giulio Cesare Aranzio. En la actualidad, la Universidad cuenta con facultades de Agricultura, Filosofía y Letras, Economía y Comercio, Magisterio, Ingeniería, Química Industrial, Jurisprudencia, Matemáticas, Física y Ciencias Naturales, Medicina, Farmacia, Ciencia Política, Estadística y Veterinaria. Tiene también una Escuela de Ciencias Administrativas para posgraduados, facultades de Lenguas Clásicas y Modernas, así como una Facultad de Historia Antigua, Medieval y Moderna.
El grado de laurea, o licenciatura, que permite al licenciado el título honorífico de dottore (‘doctor’), se otorga tras cursar una carrera que dura entre cuatro y seis años. Existen estudios de posgrado en la mayoría de los campos que, tras un periodo de dos años posterior a la laurea, permiten la obtención de un diploma superior especializado. Su biblioteca, fundada en 1712, contiene tanto volúmenes encuadernados como miles de manuscritos e incunables.
UNIVERSIDAD DE OXFORD (Inglaterra)
Se desconoce la fecha de fundación de la universidad, y tal vez no existía como un acontecimiento concreto, pero hay pruebas de actividades de enseñanza desde 1096. Cuando Henry II de Inglaterra prohibió a los estudiantes británicos que asisten a la Universidad de París, en el año 1167, Oxford empezó a crecer rápidamente. La fundación de las primeras residencias, que más tarde se convirtió en una universidad, que data de ese momento en adelante. Tras el asesinato de dos estudiantes acusados de violación en 1209, la Universidad fue disuelta. El 20 de junio de 1214, regresó a la Universidad de Oxford con una carta de aceptación negociada por Nicolás de los romaníes, delegado papal.
El principal rival de la Universidad de Oxford es la Universidad de Cambridge, fundada poco después. Ambas instituciones están familiarizados con el lema de Oxbridge. En Cambridge se considera superior en asignaturas de ciencias, aunque no siempre es así, mientras Oxford es considerada superior en teología y humanidades, que no es tan cierto. Ambas universidades son miembros del Grupo Russell de universidades británicas dedicadas a la investigación.
LA UNIVERSIDAD DE PARÍS (Francia)
La Universidad de París, como se la conocía inicialmente, se estableció de modo formal a mediados del siglo XII. Se organizó alrededor de diversas escuelas unidas a la catedral de Notre Dame, con el obispo de París como presidente de sus instituciones y facultades. Entre los primeros eruditos conocidos que estudiaron en la Universidad se encuentran el filósofo Pedro Abelardo, entonces estudiante de teología, y el teólogo santo Tomás de Aquino. En el siglo XIII, la Universidad se estructuró en cuatro facultades: Teología, Medicina, Derecho canónico y Artes. A su vez, la Facultad de Arte se subdividió en las llamadas ‘naciones’, según las nacionalidades de profesores y alumnos.
En el siglo XIV, la Universidad tenía 40 colegios individuales, seglares y religiosos. De estos colegios, el de la Sorbona, fundado hacia 1257 por el teólogo francés Robert de Sorbon, se convirtió en el centro de estudios teológicos más famoso. Proyectado en principio como residencia de estudiantes de teología sin recursos y denominado La Communauté des Pauvres Maîtres Étudiants en Théologie (La Comunidad de Estudiantes Indigentes de Teología), se conoció popularmente como la Sorbona a finales del siglo XIII. Durante los tres siglos siguientes, era la institución más importante de educación religiosa de Europa, en especial en los ámbitos de teología y Derecho canónico. No obstante, hacia el siglo XVI, su reputación comenzó a declinar por su actitud conservadora y la resistencia a las reformas educativas. Como reacción a esta situación, el rey Francisco I constituyó el Collège de France en 1530, una institución de enseñanza humanista.
Las guerras de Religión francesas que tuvieron lugar tras la aparición de la Reforma contribuyeron al declive total de la reputación académica de la Universidad durante los siglos XVI y XVII, pero su influencia política se incrementó y sus colegios desempeñaron un papel importante en los debates religiosos.
En 1793, durante la Revolución Francesa, la Convención Nacional abolió las universidades de toda Francia. Hasta 1808, cuando Napoleón reorganizó el sistema educativo francés bajo la jurisdicción de la Universidad de Francia, no fue se reabrió la Universidad de París que contaba entonces con las facultades de Literatura, Derecho, Medicina, Ciencia y Teología (más tarde abolida), en la Sorbona, que había sido designada sede de la Academia de París (uno de los 17 distritos educativos en los que se divide actualmente Francia) y de la propia Universidad de París. En 1808 se creó una biblioteca en la Sorbona cuyos fondos tienen más de tres millones de volúmenes. Bajo los términos de la Ley de Orientación de 1968 que reformó la enseñanza superior francesa, la Universidad se reestructuró en 13 facultades autónomas destinadas a la enseñanza y la investigación entre 1968 y 1971.
UNIVERSIDAD DE PALENCIA (España)
Durante el siglo XIII, la Corona de Castilla, al igual que se estaba haciendo en otros lugares de Europa, favoreció la creación de instituciones de enseñanza participando activamente en su desarrollo.
La fecha de su fundación se suele situar entre 1208 y 1212, durante el reinado de Alfonso VIII de Castilla, según algunos autores por iniciativa del obispo electo Tello Téllez de Meneses,y según otros del de Osma Rodrigo Jiménez de Rada,[] pero lo cierto es que mucho antes existía ya la universidad de Palencia. Prueba de ello es que se tiene constancia de que en él estudiaba Santo Domingo de Guzmán allá por el año 1184, y que se han conservado varias lecciones impartidas en Palencia por el maestro Ugolino de Sesso hacia el 1196, todo esto antes de la fundación universitaria.
Alfonso VIII de Castilla favoreció enormemente a la universidad palentina dotándola de importantes recursos económicos y contribuyendo a elevar el nivel de la enseñanza impartida en sus aulas con la llegada de maestros extranjeros, sobre todo de Francia e Italia. En este centro universitario la enseñanza se centraba en las artes, la teología y los estudios de tipo jurídico.
Tras el fallecimiento de Alfonso VIII de Castilla acaecido en 1214, el estudio general de Palencia entró en crisis, agravada con el paso de los años. Pese a los esfuerzos del monarca Fernando III de Castilla por revitalizar la universidad y la protección del papa Honorio III, esta crisis no pudo evitarse. En el año 1263, cuando la Universidad de Palencia estaba cercana a su desaparición, el papa Urbano IV protagonizó el último esfuerzo por mantenerla concediéndole los mismos privilegios con los que contaba la Universidad de París. La universidad palentina no tardaría muchos años en extinguirse.
UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE (Inglaterra)
Varias comunidades religiosas, entre ellas los franciscanos y la Orden de Predicadores, establecieron residencias y escuelas asociadas en Cambridge, a principios del siglo XII. En el siglo XIII, estudiantes procedentes de la Universidad de Oxford y de la Universidad de París fueron a estudiar a Cambridge. Hacia el año 1209, la Universidad de Cambridge ya había sido establecida. El origen de los colegios mayores se remonta a las asociaciones estudiantiles, distintas de los grupos de afiliación religiosa, que empezaron a hospedarse en albergues independientes o residencias. El que comenzó esta tradición fue Hugh de Balsham, obispo de Ely, que en 1284 fundó Peterhouse, el primero de los colegios mayores de Cambridge. En 1318, el Papa Juan XXII proclamó una bula en la que reconocía a Cambridge como una universidad. Cinco nuevos colegios mayores se establecieron durante el siglo XIV, cuatro en el XV y seis en el XVI. Los colegios restantes, sin embargo, no fueron fundados hasta el siglo XIX.
La Universidad de Cambridge tuvo un papel muy destacado en la Reforma protestante del siglo XVI. El sabio holandés Erasmo de Rotterdam fue profesor de griego y teología en esta ciudad británica entre 1511 y 1514 y tradujo allí el Nuevo Testamento del griego al latín.
En 1570, se aprobaron leyes restrictivas que transferían la autoridad docente a los directores de los colegios mayores. En 1604, se concedió a la Universidad el derecho a elegir dos miembros del Parlamento inglés, potestad que fue anulada en 1949. Durante el siglo XVII surgió un grupo de eruditos, que pasaron a ser conocidos como Escuela de Cambridge y, gracias a la influencia de profesores como los científicos Isaac Barrow e Isaac Newton, se potenció el estudio de las matemáticas y de las ciencias naturales, materias por las que la Universidad de Cambridge ha sido célebre mucho tiempo después.
Entre los importantes avances producidos durante el siglo XIX son destacables la abrogación de los restrictivos estatutos aprobados durante el reinado de Isabel I (lo que dio paso a una mayor libertad académica); la abolición, en 1871, de las pruebas religiosas de admisión, y la adopción de un plan de estudios más amplio, donde se incluían materias como las ciencias naturales (1851) y la ingeniería (1894). Girton College, el primero de este tipo de centros destinado a las mujeres, fue fundado en 1869. Ya en la segunda mitad del siglo XX, algunos cambios relevantes consistieron en la considerable ampliación de los colegios mayores más antiguos, el establecimiento de nueve instituciones nuevas, la importancia cada vez mayor de la investigación y de los estudios avanzados, y la tendencia hacia el carácter mixto de la enseñanza. Desde 1914 todas las universidades británicas reciben subvenciones públicas.
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA (España)
Universidad de Salamanca, institución pública española de enseñanza superior, cuyo nombre oficial es Universidad Literaria de Salamanca, situada en esta ciudad española, bajo la jurisdicción de la Consejería de Educación de la comunidad de Castilla y León. La Universidad se fundó en 1218 por Alfonso IX, rey de León, como Universidad Real y fue reestructurada por Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León, en 1254. La institución alcanzó la cima de su influencia durante el siglo XVI, cuando tenía unos 6.800 estudiantes. Más tarde inició su declive, al igual que las demás universidades españolas. Renació a mediados del siglo XVIII como foco principal del movimiento renovador que trajo la Ilustración, alentado por su rector, Juan Meléndez Valdés, pero volvió a decaer con el absolutismo de Fernando VII.
De entre los numerosos edificios con los que cuenta la Universidad destaca uno de planta cuadrangular, con patio central, que tiene una fachada (1553) con una de las decoraciones más grandiosas del plateresco español. Por sus aulas han pasado insignes profesores, de los cuales dos en especial han marcado su impronta en la institución: en el siglo XVI el religioso y escritor fray Luis de León y, ya en el siglo XX, el pensador, filósofo y literato Miguel de Unamuno, que fue rector de la misma.
Reactivada en 1940, la Universidad de Salamanca está compuesta por las facultades de Biología, Química, Bellas Artes, Geografía e Historia, Derecho, Medicina, Farmacia, Filología, Filosofía y Pedagogía y Ciencias, así como diversas instituciones asociadas. Se obtiene el título de licenciado tras un periodo de cinco a siete años de estudios; el doctorado se concede tras un periodo adicional de dos años y la realización de una tesis.
De especial interés es la Biblioteca de la Universidad, que contiene, además de los volúmenes obligados, colecciones de incunables, libros raros y manuscritos.
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